Dando continuidad a las metas y planes para este año - El factor clave es la persistencia

A punto de finalizar le primer mes de la segunda etapa del año, muchos de nosotros nos encontramos sumergidos en la rutina que la vida nos propone y muy seguramente algunos inclusive estarán esperando que el año termine, dejando atrás las metas y motivaciones que nos propusimos al principio del año. 

Pero ¿Dónde quedaron todos los aspectos por mejorar que airosa y deseosamente se planearon el 1 de Enero del presente año? Desafortunadente, y tal y como lo comenté durante esa época  el 90% de nosotros ya ni recuerda lo que se propuso. ¿Por qué? por la falta de persistencia.

Aunque vivimos en un mundo de desigualdad social y de condiciones muy variadas para todos los que lo habitamos, algo que se podría concluir que compartimos todos es las ganas y el deseo por hacer algo. Sin embargo la gran diferencia entre la ilusión y el éxito radica en la persistencia.

Definitivamente, alcanzar esta capacidad es todo un desafío y, aunque cada uno debe recorrer un camino diferente para lograrlo, me gustaría compartir un par de ideas que he concluido al cabo de estos 7 meses en los que he dado lo máximo posible para poderla poner en práctica:
  1. El éxito de la persistencia radica en realizar pasos cortos pero consistentes. Producto de ese impulso con el que iniciamos nuestros proyectos, solemos dedicar mucha energía al principio de toda iniciativa, pero con el tiempo esa se va disipando hasta desaparecer. Al contrario de este comportamiento usual, debemos iniciar más tranquilos (sin desgastar toda nuestra energía) y con avances pequeños pero consistentes que vayan brindando confianza y seguridad de seguir avanzando.
  2. Menos es más. Conforme avanzaba el año, empezaba a involucrarme en más y más actividades que en un punto se volvieron inmanejables y desgastantes. En este momento, me he dado cuenta que lo mejor es prescindir de algunas de ellas y re-enfocarme en las esenciales. Teniendo menos cosas para estar enfocados, somos más eficientes si mantenemos el foco en ellas.
  3. Hay que mantener el mapa de ruta. Así como hacemos uso constante de los mapas al estar en lugares desconocidos ( o en su defecto, pedimos ayuda y asesoría a las personas del lugar) es importante mantener las metas y objetivos siempre visibles para recordarle a la mente y al espíritu hacia donde queremos enfocar nuestra energía al final. Este es el salvavidas que nos saca de la rutina y nos permite dirigirnos nuevamente hacia lo que es verdaderamente importante para nosotros y así mismo, nos permite reflexionar sobre los avances y pendientes de cada meta u objetivo que nos trazamos.
  4. Los hábitos son la base de la persistencia. La mejor forma de educar la persistencia es construyendo hábitos. Estos deberían estar vinculados preferiblemente con los objetivos que nos estamos trazando. Según algunos especialistas en el tema, adoptar un hábito tarda alrededor de 2 meses. Esto genera disciplina y esta combinada con objetivos y metas claras fomenta la persistencia.
  5. Y por último pero no menos importante, la perfección no existe. En lo personal, uno de los aspectos que más me ha costado manejar en algunos objetivos específicos, ha sido el no sentir y no ver reflejados los avances esperados vs la inversión en tiempo y esfuerzo. Estos constantes tropiezos me recuerdan que no todo es perfecto y que lo importante es aprender de ellos para seguir adelante. Equivocarse se vale, pero es importante no quedarse sumergido en esa equivocación y por el contrario, salir rápido de ella

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