Colombianos – Hay que leer!

 

Las más recientes y polémicas noticias de mi país me llevaron a recordar mi niñez. Recuerdo muy bien que desde el Colegio, teníamos un riguroso (pero fácilmente falsificable) sistema que nos incentivaba (por no decir obligaba) a leer. 

“En Colombia la gente casi la gente no lee”, “Mientras que en los países desarrollados la gente lee más de 10 libros al año, en Colombia solo se leen 2 ó 3” decían una y otra vez algunos de los profesores que tuve durante toda mi carrera en el bachillerato y la universidad. Mi abuela también lo repetía al menos una vez al año, ya que era un artículo que salía seguido en el periódico y sus revistas. Inclusive, hace un par de meses, un amigo muy cercano (Virgilio) me mandó una especie de regaño electrónico, cuando no leí y me burle (por su “desocupe”) de un “Forward” que me mandó. 

Después de todo ese tiempo y de tantas veces escuchar lo mismo, debo admitir que tienen razón. Personalmente, no me considero un mal lector del todo, pero creo que algo de razón tenían en afirmar que parte del subdesarrollo del nuestra nación recae en tan simple pero efectivo hábito. 

¿Qué más se puede pensar después de la polémica reforma a la Justicia? – El presidente, su ministro y un par de congresistas admitieron no “darse cuenta” de los pequeños ajustes (coloquialmente llamados Micos) que ésta tenía. ¿Y por qué no se dieron cuenta? – Porque no la leyeron!  Y... ¿Qué me dicen de la disculpa que tuvo que hacer la directora de la revista ALÓ después de la grosera y ofensiva columna de Alejandra Azcarate? En su larga carta de disculpa, Claudia Galindo (La Directora de la revista) justifica dicha columna argumentando la "responsabilidad" que tienen como medio de comunicación, de publicar diferentes tipos de opiniones, en vez de admitir y reconocer que dicha publicación no fue leída y revisada previamente. 

Después de tantas señales del destino y de esta pequeña reflexión, hay que admitir que no nos queda más que leer. Hay que leer, Hay que leer.