Mirando el mundo desde la ventana digital: Reflexión

Ciudad del vaticano en dos momentos diferentes del tiempo

Estando en el Congreso latinoamericano de Banca celebrado la semana pasada en la ciudad de Panamá (CL@B), tuve la oportunidad de aprender de las diferentes tendencias y desafíos que está enfrentando el sector financiero en esta parte del mundo, desde la perspectiva tecnológica. Como era de esperarse, la movilidad fue uno de los temas más mencionados en cada una de las conferencias, y aunque en este evento en particular se abordaba desde una perspectiva de negocio, en algunas de ellas se compartieron hechos alarmantes sobre el comportamiento actual de la sociedad y el futuro que estamos construyendo a partir de nuestras conductas.

La más impactante para mi fue la cantidad de veces que un usuario de Smartphone mira en promedio su dispositivo al día... 10, 20, 50? No, 200! Si repartimos eso en las más o menos 16 horas activas que tenemos al día, estamos hablando de más de 12 veces por hora, es decir 1 vez cada 5 minutos. Trayendo esta cifra a mi realidad personal, empecé a tomar conciencia de la cantidad de veces que involuntaria e inconscientemente miraba mi iPhone o ipad por conferencia y ratifiqué que por más ridícula que suene esa cifra en un principio, en la práctica es una triste realidad. 

Sin ir muy lejos, recordé como hace poco en el concierto de Carlos Vives en Bogotá, más de 10 personas que estaban alrededor mío, "disfrutaron" de este evento mirando a través de la pantalla de su celular, ya que grabaron todo el concierto. De hecho, la imagen que expongo al principio de este artículo (que también mostraron en el CL@B, la cual expone una foto tomada en un mismo sitio, en dos momentos distintos del tiempo) refleja el punto de adopción excesiva (y quizá dependencia) al que hemos llevado el uso de los dispositivos móviles.

Si bien la tecnología nos está ampliando el espectro de información y conexión con otras culturas, personas y contextos, ¿hasta qué punto debemos permitirle a estos nuevos componentes de nuestra realidad que se apropien de nuestro tiempo y de nuestra vida? En lo personal, pienso que debemos tomar conciencia de este fenómeno que poco a poco se ha ido apropiando de nuestra rutina diaria sin darnos cuenta. Es probable que en la crisis existencial que todos alguna vez enfrentamos en torno a nuestra vida, nos arrepintamos de todo el tiempo que hemos dedicado a ver pantallas tontas, que nos alejan de los placeres más simples del entorno. 

Recientemente, he empezado a leer con más frecuencia artículos de entrenadores y especialistas en liderazgo que sugieren vivir al menos un día a la semana sin utilizar ningún dispositivo tecnológico (es difícil de concebir, cierto?). De hecho, en un artículo que leí recientemente sobre la última entrevista que le hicieron a Steve Jobs, el respondía a una pregunta que le hizo el periodista sobre la opinión de sus hijos sobre el iPad, revelando que sus hijos aún no habían utilizado dicho dispositivo, y que en la casa de él, el uso de la tecnología que el mismo vendía y promovía, estaba prohibido (no hay que olvidar que más allá del espíritu innovador de este icono de esta era de la humanidad, Steve Jobs siempre fue un crítico del comportamiento de la masa y siempre enfocó sus productos a dicho segmento)

Aunque esta tendencia aún esta por definirse, sinceramente espero que no terminemos como lo muestra inteligentemente esta película de Disney y Pixar (Dato curioso. Pixar es la empresa que fundó y luego vendió Steve Jobs). 

Una feliz semana para todos y gracias por leer!