Prioridades: La base para la gestión del tiempo

Después de reflexionar sobre la diversa cantidad de emprendimientos (personales, profesionales, entre otros) que empecé a abarcar durante este año, decidí finalmente aplazar el ciclo de la especialización de gerencia comercial que venía realizando y estaba relativamente cerca de terminar.

Aunque no fue una decisión fácil, por alguna razón muchos "argumentos" empezaron a surgir de la nada justo cuando empecé a considerar dicho aplazamiento como una posibilidad, al ver que no le estaba tomando el mejor provecho y que no sentía que su aporte alcanzara mis expectativas. Es así como, al recuperar por el momento mi espacio de viernes en la tarde y de sábado por la mañana (y agradeciendo la disciplina que me generó la especialización de despertarme un sábado temprano), decidí retomar conversaciones con un gran amigo y colega que me invitó a participar de una idea de negocio que el tiene.

En esa primera sesión que tuvimos un sábado, y producto de los diferentes temas de conversación que surgieron durante la misma, mi amigo me manifestaba que si bien este emprendimiento no buscaba abarcar la jornada laboral por el momento, si debía ser un tema prioritario y posteriormente, hizo una interesante reflexión sobre la gestión del tiempo, diciendo: "...Es que el tiempo no es lineal, y por más que intentamos hacerlo lineal esto no es posible lograrlo.... Si por ejemplo hoy me llamara mi mamá a avisarme que mi padre sufrió un infarto, yo no le voy a decir , ah! Espera reviso mi agenda para ver si lo puedo ir a visitar.. El tiempo se gestiona es en torno a nuestras prioridades

Además de rescatarla como una sabia afirmación, no pude dejar de asociarla con esos pequeños ajustes que venía haciendo en mi vida, que me llevaron a concluir que:

  • Para adoptar realmente un hábito o emprender una iniciativa, no basta con agendarla. Hay que priorizarla - ¿Cuántas veces no ha reservado su agenda o puesto una alarma para ir al gimnasio en la mañana y en la noche sin llevarlo acabo?  - Mientras no sea una prioridad sincera, la agenda no servirá de nada
  • Para priorizar hay que simplificar. Menos es más - Así como constantemente he hecho énfasis en definir pocas metas y objetivos para facilitar su consecución, las prioridades que definamos en nuestra vida no deberían ser muchas. En mi opinión personal, deberíamos definir prioridades de índole personal, laboral, espiritual e intelectual y no más de 3 en cada una de esas áreas.
  • Al no ser lineales, las prioridades son dinámicas: A diferencia de los objetivos y metas, las prioridades pueden hoy ser unas y mañana otras y eso no está mal. Lo importante es entender el por qué están cambiando y reflexionar sobre la conveniencia de dichos cambios.
  • Y por último.. Las prioridades deben ir alineadas con nuestros objetivos y viceversa: Suena obvio pero no se debe descuidar. Al evaluar las prioridades y los objetivos simultáneamente, podemos identificar que tan alineado está mi plan de acción con mi filosofía de vida.
Por el momento, el estudio universitario ha dejado de ser una prioridad y le estoy abriendo espacio a mi mente y cuerpo para que se enfoque en asuntos más importantes y prioritarios para mí. ¿Cuáles son sus prioridades ahora? 

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