Reseña Práctica del Libro El arte de lo Posible. Pauta #7 - Aceptar las cosas como son

Continuando con mi reseña del Arte de lo Posible, esta semana hablaré de la séptima pauta que se menciona en el libro: Aceptar las cosas como son.

Desde un punto de vista profesional/laboral (y más para los que nos desempeñamos en cargos comerciales) la aplicación de esta pauta puede generar una diferencia significativa entre el alto desempeño y el desempeño promedio. Está comprobado por varios estudios que la gran mayoría de nosotros tendemos invertir el 80% de nuestro tiempo en actividades que solo equivalen al 20% de nuestro trabajo y esto principalmente se debe a la prioridad que se le da a las actividades del día a día, dejando usualmente de últimas las más relevantes pero complicadas.

Para afianzar esta errada forma de priorizar las cosas, tendemos a generar argumentos fundamentados en el principio de culpas y culpables, que consiste en delegar a otras (personas y factores) la carencia de insumos para hacer las cosas. Esto en términos aún mas prácticos se traduce en las quejas y en los "peros" que diariamente aplicamos en las tareas u objetivos que nos imponen o nos imponemos.

Para contrarrestar esto, la pauta plantea erradicar esas quejas y peros de nuestro discurso diario, al aceptar ( y en algunos casos, agradecer) y recibir con agrado el contexto y situación en la que nos encontremos. Aceptarlo tal como es abre la posibilidad de identificar las oportunidades de mejoras de dicho contexto en vez de ignorarlo, reprimirlo o evadirlo porque no es como nosotros queremos que sea.

Además de hacer más efectivo el trabajo, esta pauta es una fuente de satisfacción y felicidad, ya que elimina la resignación (que se genera a ver las cosas desde una perspectiva negativa) y fomenta la construcción de ideas en aras de generar oportunidades de mejora y crecimiento en cualquier contexto de nuestras vidas.

¿Como empezar? Conteo de peros
Como mencioné anteriormente, una práctica común de la rutina diaria consiste en decir o pensar en una frase que inicia con un pero. Cuando esto le suceda, intente tomar conciencia de ello y guarde conteo de cuantos peros dice en un momento determinado del tiempo. El ideal sería no tener o tener muy pocos pensamientos y frases que inicien con esta palabra y en caso de existir alguna, esta debería ir acompañada de una propuesta concreta de mejora (de lo contrario es una simple frase negativa que no aporta nada).

Para mayor información de este libro, haz clic aquí. Todas las reseñas que he venido realizando de este libro están aquí

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